Hace pocos dias que he instalado Windows 7 en mi viejo iMac. Digo viejo porqué el ordenador tiene casi 4 años, que parece una barbaridad para los tiempos que corren, pero funciona perfectamente. Corre Snow Leopard sin problemas, y ahora he comprobado que hace lo mismo con Windows 7. Creo que tengo ordenador para rato.
El cambio de sistemas operativos trae problemas de aprendizaje del mismo. Lo que más me disgusta es no saber cómo se hacen ciertas cosas o no saber dónde se encuentran determinadas utilidades. Con el paso de un par de semanas ya me he acostumbrado al cambio y me encuentro cómodo con el nuevo sistema operativo. Una de las cosas que más me han gustado es la posibilidad de añadir accesos directos a la carpeta de favoritos del explorador, algo similar a lo que se hace con el Finder de OS X, y que es algo que echaba de menos en Windows XP.
Todas mis herramientas de programación para Windows funcionan perfectamente en Windows 7. En cuanto a mis programas también funcionan correctamente en Windows 7, al menos en las pruebas que he hecho. Lo único que me lleva de cabeza es el escalado de las fuentes. Las fuentes normales son un poco pequeñas para mi gusto y uso un tamaño de fuentes personalizado del 115%. Resulta que con esas fuentes, no consigo que mis programas cogan ese tamaño exacto de fuentes. Si utilizo un tamaño de fuentes algo mayor, entonces los programas sí que se adaptan perfectamente a ese tamaño de fuente. El caso es que en los menús la fuente tiene el escalado correcto, pero en el resto de los elementos de los programas la fuente es algo menor que la que debería ser. En la imagen se ve el efecto que digo, a ver si consigo arreglarlo.
Mis programas usan las funciones de Paco García para obtener las fuentes del sistema. Si por un casual algún lector del blog puede darme una idea de qué está pasando lo agradecería.