Hace como dos años, decidimos cambiar la estrategia de negocio y ofrecer ediciones gratuitas de nuestros programas. El año 2005 fue el peor en cuanto a ventas de los programas y decidimos ofrecer versiones de los programas sin límite de registros ni de tiempo de uso, pero limitando la funcionalidad de seleccionar claves de tablas auxiliares. Cuando se intenta usar esta funcionalidad los programas muestran una ventana diciendo que esa funcionalidad está disponible unicamente en la edición registrada, muestra un enlace a la página con la comparativa de ediciones y otro a la página de compra del programa. De esta manera pensabamos llamar más la atención al ofrecer software gratis al tiempo que incentivamos el registro del mismo. Pensabamos que la edición gratuita era plenamente funcional, con la pega que todos los datos de claves ajenas había que meterlas a mano y que era mejor manera de ofrecer el software que limitar las versiones a un determinado número de dias o de registros.
La semana recibimos un correo de un señor muy enfadado que decía que se había descargado la edición gratuita de Azeta y que no había podido evaluarlo porque al tratar de usarlo el programa le remitía constantemente a la compra del programa. El señor decía sentirse engañado y que hubiese preferido una versión limitada en tiempo o registros a introducir. Aparte de los calificativos que nos propinaba, nos decía de todo de una manera muy educada, correos como ese son los que te mueven a reflexionar sobre si estás haciendo las cosas bien.
Por los correos que recibimos, sabemos que hay mucha gente que usa las ediciones gratuitas con total normalidad, de tal manera que ni se plantean pagar por las ediciones registradas. En ese sentido pensamos que la estrategia es buena pues da a conocer el programa y la persona que no la va a registrar, porque hay personas que nunca registran un software por muy util o barato que sea, lo puede usar sin más. Nosotros usamos mucho software gratuito, que a veces son ediciones recortadas de versiones más potentes, y en este sentido pensamos que publicando ediciones gratuitas de nuestros programas devolvemos lo que recibimos.La alternativa sería utilizar versiones recortadas en número de registros o en tiempo de uso, pero pensamos que estas versiones presentan varios inconvenientes. La primera es que frena a su utilización por los potenciales usuarios, que saben que la versión va a caducar. La segunda es que los programas limitados de esta manera son muy más fáciles de crackear. No es que pensamos que hay muchos crackers interesados en nuestros programas, pero ver versiones anteriores de nuestros programas circulando sin control no fue algo bonito.Por todo esto pensamos seguir ofreciendo ediciones gratuitas de la manera en que lo estamos haciendo. Con anterioridad ofrecimos ediciones limitadas en el número de registros a introducir, y pensamos que acertamos con el cambio a las ediciones gratuitas.