Con el subtítulo de ‘Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata’ se presenta este libro de psicología moral del que tengo que decir que me ha echado por tierra algunas de mis creencias más profundas. Pocos libros me han hecho reflexionar tanto como este sobre temas de los que tenía un pensamiento claro y han hecho que me los cuestione seriamente, creo que es un libro muy interesante y cuya lectura recomiendo a cualquier persona interesada en la política.
El libro trata sobre psicología moral. Así, sin más. Plantea de dónde vienen nuestros juicios morales acerca de cualquier situación o vivencia que se nos plantea, elaborando una teoría al respecto. El libro se divide en tres partes, cada uno de los cuales presenta uno de los principios de su teoría acerca de la psicología moral.
La primera parte lleva por título ‘La intuición viene primero, el pensamiento estratégico después‘. Plantea que nuestros juicios morales son totalmente intuitivos y que solo usamos nuestro razonamiento para justificar aquello que hemos decidido intuitivamente. Compara nuestro cerebro como un jinete – la parte racional – montado encima de un elefante – la parte intuitiva -, en el que el jinete no domina al elefante sino que únicamente lo acompaña y lo justifica en cada movimiento que hace. Plantea su modelo de ‘intuicionista social’ en el que explica la manera en que realizamos nuestros juicios morales y que explica por qué las discusiones morales o políticas son tan frustrantes: porque se dirigen al jinete racional cuando quien toma las decisiones es el elefante emocional. En esta parte también plantea la importancia dela reputación como elemento clave a nivel social, de manera que todos estamos más pendientes de nuestra reputación que de nuestras verdaderas acciones.
La segunda parte se titula ‘La moralidad es mucho más que justo e injusto‘ y comienza planteando las distintas maneras en que percibimos la moralidad en función de nuestra sociedad, de manera que para los habitantes de sociedades WEIRD (blancas, educadas, industriales, ricas y democráticas) la moralidad es algo individual mientras que el resto de sociedades existentes tienden a ver más la moralidad como algo colectivo. Plantea que nuestros juicios morales no están basados únicamente en principios de bien/mal sino que están influidos por los siguientes seis principios morales: cuidado/daño, libertad/opresión, equidad/engaño, lealtad/traición, autoridad/subversión y santidad/degradación. Cuanto más fuertes sintamos uno o varios de estos principios morales influirá en nuestra manera de pensar y en la manera en que aceptamos o rechazamos determinadas opciones políticas. Termina hablando de la ventaja conservadora pues es la opción política que apela a un mayor número de principios morales.
La tercera parte es ‘La moralidad une y ciega‘ y plantea el papel de los grupos en la teoría de la evolución humana, indicando que fueron decisivos y permitieron que las sociedades o grupos humanos evolucionaron de manera más rápida y se adaptaron mejor que los individuos aislados. Para el autor los humanos somos 90% chimpancé y 10% abeja, de manera que intentamos asociarnos para conseguir metas que individualmente son inalcanzables. Nos asociamos en colmenas, pero estas colmenas están restringidas a nuestro entorno, de manera que competimos con otras colmenas sea a nivel deportivo, político o como país. Justifica la religión como un hecho social, la manera de crear los mayores vínculos que los humanos somos capaces de aceptar.
El último capítulo lo dedica a exponer como la moralidad influye en el pensamiento político de cada uno de nosotros y de qué manera cada una de las corrientes políticas conservadora o progresista apelan a distintos principios morales. Esta es la parte del libro que más me ha gustado, pues gracias a ella me ha hecho pensar y plantearme porqué cada uno tenemos unas ideas políticas distintas y no hay manera posible de hacerlas cambiar.