A través de Genbeta he conocido Libra, un programa de catalogación personal con una pinta estupenda. Para entendernos es un Cuaderno de Bitácora con una interfaz espectacular. El programa presenta los ejemplares de nuestras colecciones como si los tuvieramos expuestos en una estantería, mostrando las carátulas o las portadas de cada uno de ellos. La introducción de datos se hace de manera automática: el programa lee el código de barras del libros, disco o video y se conecta con Amazon para recuperar los datos del mismo. Además tiene varias opciones para importar/exportar datos, y por si fuera poco es gratuito para uso personal. Una pasada, ¿ verdad ?
La realidad es que Libra es un clon para Windows de Delicious Library. Para los que no lo sepan, Delicious Library es una de las killer app del universo Mac. Es LA aplicación de catalogación personal del mundo Mac, con todos los premios del mundo mundial. Una auténtica pasada de aplicacación que exprime el API de Cocoa como pocas. La versión 2 promete ser ya la repanocha. Y lo mejor de todo es que es una aplicación original, en que los programadores han exprimido al máximo su creatividad para crear una interfaz totalmente rompedora.
Cuando veo una aplicación como Libra, la sensación es agridulce. Por una parte reconozco el mérito del desarrollador, pero por otra parte no me parece nada bien que se clone un programa. Si un programador quiere demostrar su valía debe hacerlo con una aplicación que muestre sus dotes técnicas y que sea original. Spolsky dice que los buenos programadores, aquellos a los que debes contratar, son los que hacen las cosas de manera elegante y son capaces de terminar las cosas. Clonar un programa no me parece nada elegante.
A mi me clonaron un programa y no me sentó nada bien.