Interesante el cruce de post entre Torek y Juan Navarro comparando el desarrollo de software con la jardinería. La verdad es que había oido muchas comparaciones, algunas de ellas tremendas, pero esto es nuevo … y acertado. Yo realmente no concibo el desarrollo de software como lo hacen las metodologías tradicionales, sino mucho más de acuerdo a las metodologías ágiles, como la Programación Extrema.
Sin embargo hay una frase de uno de los post de Hector – asi lo llamaba en mi clase 🙂 – que me ha llamado la atención:
El problema es que los informáticos no tenemos métodos para saber si un usuario se va a caer por un balcón de antemano. Tenemos que observar al usuario como se cae por el balcón para luego cambiar la altura de la barandilla.
Pues claro que los tenemos. Si dejas abierto un agujero en tu programa sin barandilla el primer usuario se asoma, el segundo pone el pie en el borde y el tercero se cae. Fijo. Y si la pones alta pero dejas un agujero alguien intentará pasar el cuerpo por ahí.
En la útima versión de Cuaderno de Bitácora, el programa permite que en algunos listados determinados campos se impriman en varias lineas. Para ello busca blancos para cortar el campo por palabras, para no hacerlo a cuchillo. Pues a un señor le cascaba cuando imprimia su listado de libros. ¿? Miré el código y todo bien. Pero el señor decia que le explotaba aquello. Al final le dije que me enviara su fichero de libros. Habia metido noseque libro que tenía un título más largo que un dia sin pan todo seguido, al estilo de:
ElQuijote:vidaymil.deling.hid….
cortaba las palabras con . pero no dejaba ni un blanco de separación. Lo último que podía pensar era que alguien llenaría todo el campo sin un solo blanco de separación.
¿ Barandillas ? ¡ Rejas tendríamos que poner ! 😉