El desafío de la AFNovelda para los meses de julio y agosto llevaba por tema ‘sombras en la ciudad‘. Como la fotografía urbana es algo que me gusta salí un par de días por Novelda buscando sitios donde hubiera un gran constraste entre sol y sombra para exponer correctamente la zona soleada y dejar subexpuestas las sombras. Estaba en eso cuando se lanzó el reto 40 de El Club de Fotografía Callejera con el título de ‘Ciudad fantasma‘ donde en las bases del reto se proponía como inspiración a la fotógrafa croata Olga Karlovac. El trabajo de esta fotógrafa me impactó, estuve revisando su web, su cuenta de IG y algún video que aparecía en ECFC donde explicaban la manera de hacer fotos con ese estilo tan característico, que básicamente consiste en hacer fotos con larga exposición al mismo tiempo que se mueve la camara.
Estuve probando a hacer las fotos con el XF27mm pero me encontré con que la apertura mínima del objetivo es F16, lo cual no me permitía alargar la exposición para conseguir el efecto de movimiento. Luego probé con el XF18-55 y ahí la cosa mejoró, por una parte porque la apertura cierra hasta F22 y por otra, y más importante, porque tengo un kit de filtros ND para este objetivo. Estuve probando y con el filtro ND64 podía hacer fotos a pleno sol con una velocidad 1″ y conseguir el efecto deseado. A partir de ahí podía jugar con la apertura del diafragma pero manteniendo 1″ de velocidad porque con una velocidad mayor no conseguía el efecto que quería.
Las fotos que presenté al desafío fueron estas:
Al reto de ECFC no llegué. Había que presentar un díptico y no tenía nada claro como hacerlo, así que no presenté nada, pero me hizo conocer a esta fotógrafa y lo pasé muy bien intentando copiar su estilo.
Una de las primeras tareas que realizo después de copiar las fotos de mis tarjetas de memoría al PC es renombrar las fotos. Desde hace muchos años las renombro siguiendo la nomenclatura AAAAMMDD_minombre_cámara_nombrearchivooriginal. Esto lo hago de manera masiva en CaptureOne – dentro del menú principal en la opción Imagen > Renombrar en grupo – y también lo hacía con Bridge cuando utilizaba CameraRaw para revelar las fotos. Esto, que yo pensaba que era habitual y que hacía la mayoría de fotógrafos y aficionados a la fotografía, resulta que es poco habitual. Revisando el archivo fotográfico de la Federación de comparsas de moros y cristianos de Novelda me he encontrado con la mayoría de fotografías sin renombrar, con el nombre del archivo que tenían en la tarjeta de memoria.
En los casos que he podido he renombrado los archivos siguiendo un patrón similar al que yo utilizo valiéndome de información como datos exif, nombres de carpetas, etc. Para hacer el renombrado me he ayudado de dos utilidades gratuitas:
La utilidad PowerRenamer incluida en las PowerToys de Microsoft, que permite renombrar archivos de una manera rápida. Lo bueno de esta PowerToy es que permite renombrar archivos utilizando la fecha de creación del archivo, pero lo malo es que el renombrado lo hace sobre los archivos originales.
La utilidad FastStone Photo Resizer, que permite renombrar imágenes a la vez que hace otras modificaciones en bloque como cambiar el tamaño de las fotos, el formato de archivo y muchas cosas más. Una auténtica navaja suiza para estos casos. La aplicación cuenta con dos pestañas, una para hacer el renombrado en bloque y la otra para hacer conversiones en bloque de las imágenes con opciones de cambiar tamaño en un lado, rotar, recortar, hacer espejo, añadir bordes o marca de agua… y muchas cosas más.
Creo que estás dos herramientas pueden solucionar muchos problemas a fotografos y también para diseñadores de sitios web, por lo que recomiendo echarles un vistazo.
Desde mi conversión en Fujista hace casi 3 años comencé a utilizar Capture One como programa todo en uno de gestión de archivo fotográfico y revelado de RAW. Antes estuve utilizando Zoner Photo Studio y luego el paquete fotográfico de Adobe del que me di de baja al comprar una licencia de Capture One para Fujifilm por poco más de 60€. Antes de comprar el paquete estuve probando con la versión exprés para Fujifilm y, aunque no era partidario del uso de un catálogo, su uso me convenció y me parece una gran ventaja esa manera de trabajar. Fui aprendiendo a utilizar el nuevo programa hasta que se ha convertido en uno de mis programa favoritos y que utilizo continuamente. El año pasado actualicé la licencia y actualmente utilizo Capture One 22 Pro con lo que puedo editar también las fotos de otras cámaras que he tenido.
El uso de Capture One se basa en el concepto de catálogo, que es una gran librería donde almacenamos nuestras fotos y nos facilita luego su recuperación al poder hacer agrupaciones lógicas por etiquetas u otros atributos de calificación que previamente hemos añadido a nuestras fotos. Estas fotos las tenemos físicamente en nuestro disco duro con la disposición de carpetas que queramos pero una vez añadidas al catálogo si queremos mover esas fotos de una carpeta a otra deberemos hacerlo desde el programa.
El programa cuenta con un panel de herramientas totalmente personalizable y que consta de los siguientes módulos:
Biblioteca: permite gestionar el catálogo, moviéndonos por las carpetas de fotografías y las colecciones inteligentes y haciendo filtros tanto por calificaciones en puntos o colores de la foto y de etiquetas.
Metadatos: permite gestionar los metadatos de las fotografías y asignarles palabras clave que podemos tener en una librería.
Forma: agrupa las opciones de recorte, rotación, perspectiva y corrección de lente.
Estilos: permite asignar curvas a las fotografías – para cámaras Fujifilm cuenta con curvas parecidas a las simulaciones de película que incorpora la cámara -, así como estilos de terceros que hayamos incorporado al programa.
Ajustes: aquí está el histograma y todos los ajustes que se pueden hacer a una foto para modificarlo, como el balance de blancos, exposición, alto rango dinámico, curvas, niveles, edición básica de color, etc.
Refinar: permite modificar el enfoque, la reducción de ruido, el grano de película, etc.
Color: agrupa los ajustes de color como el balance de blancos, la edición de color, el balance de color, ajustes para blanco y negro, etc. Este apartado es en el que Capture One bate a la competencia según muchos medios especializados.
Exportar: agrupa los ajustes de exportación de las imágenes.
Conectado: opciones para fotografiar con la cámara conectada al PC para controlar la exposición desde el programa.
Los paneles son totalmente configurables y podemos mover las herramientas de un panel a otro o crear nuevos paneles con las herramientas que más utilicemos. También permite realizar edición por capas mediante máscaras que son muy fáciles de aplicar.
Una de las funcionalidades que más me gustan consiste en la creación de colecciones de usuario, que consisten en agrupaciones de fotografías por múltiples criterios como palabras clave, puntuación o marcas de color a través de todo el catálogo. Por ejemplo podemos estar haciendo fotos de lugares abandonados y etiquetar fotos con esa palabra clave y luego seleccionar las fotos que además de la palabra clave cumplan otros criterios. Una maravilla.
Hasta aquí lo bueno de Capture One, ahora lo menos bueno. La compañía ha anunciado que va a cambiar el tipo de licencia y no va a sacar licencias anuales como hasta ahora, sino que si compras una licencia obtienes la versión que se venda en ese momento pero ninguna actualización posterior a la misma. Hasta ahora al comprar la licencia anual obtenías todas las actualizaciones que se realizaban durante el año, pero solían ser actualizaciones menores y los cambios gordos siempre iban con el cambio de versión. Esta nueva política, unida a la subida de precios de las licencias es un intento por llevar a los usuarios a que paguen por el modelo de suscripción, que fue el motivo por el que dejé de usar los programas de Adobe. Me parece totalmente legítimo que las compañías intenten llevar a los usuarios al modelo de suscripción, pero lo que no me gusta es que si decides dejar de pagar la suscripción te quedas sin software.
Así que, mientras pueda, continuaré usando mi licencia de Capture One 22 y cuando necesite actualizar por un cambio de cámara u otro motivo me plantearé si pasar a suscripción o qué otra opción tomar.
Ya puedes descargar la versión 8.60 de Cuaderno de Bitácora, mi organizador de libros, discos, videos, direcciones de internet y documentos. La principal novedad de esta versión es la incorporación de la gestion de referencias de fotografía dentro de la gestión de documentos, lo que ha supuesto modificar muchos de los mantenimientos existentes en la gestión de documentos para poder almacenar de una manera correcta dichas referencias, pero manteniendo la compatibilidad con la gestión de documentos que tenía hecha hasta ahora.
No tenía pensamientos de modificar el programa, pero hace poco que quise guardar las referencias de fotografía en Notion, pero los resultados no me convencieron. Así que decidí gestionarlas con Cuaderno de Bitácora y el resultado me satisface mucho. A continuacción te explico todos los cambios.
He introducido la gestión de referencias de fotografía dentro de la pestaña de documentos, con un icono (1) que me recuerda a mis queridas cámaras Fuji. Dentro de este mantenimiento están las opciones habituales de alta, baja, modificación, etc., y también existe la posibilidad de filtrar (2) las referencias por materia, autor, publicación y tipo de documento. En cuanto a la referencia en sí se puede incorporar un título, su materia, etiquetas, autores referenciados, tipo de documento, idioma, publicación, URL de la referencia y un resumen. Se pueden incorporar varios autores y varias etiquetas en cada referencia. Una aclaración: si lo que quiero almacenar es un ebook de fotografía que he descargado de internet y lo he guardado en el disco lo almacenaré en el apartado de documentos.
La gestión de materias (4) permite ver cuantos (5) documentos, referencias de fotografía, autores, etiquetas y publicaciones contienen la materia, y ver cada uno de ellos (6).
En la gestión de etiquetas (7) ahora la etiqueta depende de la materia. Para dar de alta una etiqueta primero se debe indicar de qué materia es (8). Esto lo he incorporado por la posible duplicidad de etiquetas en distintas materias. En la gestión de etiquetas se puede consultar (9) los documentos, referencias de fotografía, autores y publicaciones de cada pa materia / etiqueta y también filtrar las etiquetas por materias (10).
En la gestión de autores (11) tengo que aclarar la manera en que yo entiendo los autores, Un autor de un documento es quien lo escribe, mientras que un autor en una referencia de fotografía es el autor a quien se refiere esa referencia. Por ejemplo, un artículo en que aparece Joel Spolsky como autor es un artículo escrito por él, mientras que una referencia de forografía en que aparece Alec Soth como autor es una referencia en que hablan de Alec Soth y está escrito por la publicación correspondiente. En la edición de autores he añadido un campo para las etiquetas del autor (12) y otro con la dirección de su cuenta de instagram (13). En el mantenimiento de autores se pueden ver sus artículos y referencias del mismo (14), y también se pueden filtrar los autores por materia (15).
Por último, en la gestión de publicaciones (16) he incorporado un formulario express (17) de edición de publicaciones orientado a publicaciones web que no necesitan guardar datos de suscripción. En la edición de publicaciones he añadido campos (18) como etiquetas, canal de youtube y cuenta de instragram de la publicación. Todas estas direcciones se pueden visitar desde la gestión de publicaciones y también se pueden ver los documentos y referencias de fotografía y filtrar las publicaciones por materia.
Espero que todos estos cambios sean del agrado de cualquier aficionado a la fotografía que esté buscando un programa para organizar las referencias de sus autores favoritos.
La semana pasada estuve escuchando el episodio 9 del magnífico podcast Calle Oscura de Jota Barros. En dicho episodio el entrevistado fue Pollobarba, el conocido premio nacional de fotografía de 2035, y trataba sobre el tema del uso de redes sociales para fotografía, pero lo que se comentaba ahí creo que se puede extrapolar a cualquier actividad.
En resumen, lo que plantean en el episodio son los beneficios que puede tener el uso de redes sociales para cualquier actividad y que es importante saber gestionar dichas redes sociales para la finalidad que se desea. Tienes que orientar el uso de tu cuenta en la red social que te interese para la finalidad concreta y específica que persigues, y solo para ello. Por ejemplo, si tienes en Instagram una cuenta orientada a fotografía, tienes que interactuar con cuentas que te interesan, como posibles clientes u otros fotógrafos, y tienes que educar al algoritmo para que los anuncios que te muestre sean relevantes para tu finalidad. Para ello, cuando te aparezca un anuncio que no te interesa tienes que indicarlo para que la aplicación vaya depurando tus intereses y mostrándote unicamente lo que te interesa. Si tienes una cuenta de fotografía y te aparecen anuncios de zapatillas es porque alguna vez te lo ha mostrado y tu has picado.
¿ Qué tienes que hacer si además de un interés principal tienes otros ? Pues crearte, según la terminología de Pollobarba, una cuenta rata que utilizarás para curiosear otras cosas que no sean tu interés principal. De esta manera aíslas una cuenta para la finalidad que te interesa y en la otra puedes curiosear todo lo que no tiene cabida en tu cuenta principal.
La verdad es que la idea mola, y ya estoy aplicándola en instagram y en youtube donde he creado cuentas rata simplemente para seguir otros intereses distintos a la fotografía. Lo más chocante es que en IG sin publicar absolutamente nada mi cuenta rata cuenta con seguidores. Esto debe ser el progreso.
Artículo publicado en el magazine FujiXPassion gracias a la revisión de la traducción a inglés realizada por mi amigo Jaime Irurzun.
Desde siempre me han gustado los proyectos personales. Un proyecto personal es algo que haces en tus ratos libres en que vuelcas toda tu pasión y todo tu interés y que haces sin ninguna obligación, marcándote tus propias metas. Soy un informático que trabaja en la administración pública española, y siempre he tenido mucho tiempo libre que he utilizado en mis proyectos personales. Uno de ellos es la programación, en el que he realizado varios proyectos de shareware: software que he desarrollado para mi y que luego he vendido en mi propio sitio web. También me gusta mucho leer, escuchar música y caminar, aunque esto son meras aficiones sin ningún objetivo más que el disfrute de cada una de esas actividades. Y desde hace un par de años tengo la fotografía como proyecto personal.
Hace muchos años que me gusta la fotografía. Al principio simplemente tomaba fotos en mis viajes y en algunos acontecimientos familiares, yo era el chico de la cámara. Pero cuando mi hija Fátima comenzó a hacer ballet clásico quise tomar fotos de sus actuaciones en los pequeños teatros donde actuaba. Aquello fue un infierno, los teatros son sitios oscuros y en las representaciones de aficionados están muy mal iluminados. Por aquel entonces tenía una cámara microcuatro tercios, que luego cambié a una Nikon APS-C, pero no conseguía hacer las fotos que quería. Hace alrededor de 3 años, mi amigo Alejandro Furti comenzó a hablarme de una marca de cámaras poco conocida: Fujifilm. Comencé a investigar en la red y en junio de 2019 vendí todo mi equipo Nikon con sus objetivos y compré una Fuji X-T30 con el Fujinon XF 18-55 f2.8-4. Al poco tiempo de tener la cámara mis fotos subieron de nivel. El visor electrónico me permitió realizar exposiciones más correctas y luego le edición de las fotos era menor. Su tamaño y peso contenido me permitían ir con la cámara a cualquier sitio. Mi amor por la fotografía resurgió.
Me gusta mucho tomar fotos en las calles, intentando captar la atmósfera de la cuidad en la que esté en ese momento. La fotografía callejera me permite realizar dos de mis actividades favoritas: el paseo sin rumbo por una ciudad y tomar fotos mientras camino. Cuando viajo suelo llevar la cámara colgada al pecho y voy observando la cuidad y fotografiando todo aquello que me llama la atención. También llevo la cámara cuando hago otras actividades, como participar en las fiestas de Moros y Cristianos de Novelda, la localidad donde vivo. Tomar fotos desde dentro de los desfiles es algo muy divertido, además de una perspectiva poco habitual para este tipo de fotos.
Al poco tiempo de comprar mi X-T30, en otoño de 2019, compré también un libro que influyó mucho en mi manera de hacer fotografías. Se trata del libro ‘Microgeografías de Madrid’ de Belén Bermejo, una editora de libros de ficción y poesía que era también aficionada a la fotografía y que falleció en junio de 2020. El libro comienza explicando que las microgeografías son los mapas particulares de cada uno, los ‘no lugares’ o sitios sin suficiente entidad para ser considerados como tales. Lugares anónimos o de tránsito. En el libro, Belén muestra fotografías de sus microgeografías, acompañandolas de textos con un hermoso enfoque poético. El libro me hizo reflexionar sobre la posibilidad de fotografiar lo cotidiano, aquellos sitios por los que has pasado tantas veces que ya ni te fijas en ellos cuando pasas y que muchas veces atesoran una gran belleza. Hablé del libro con mis compañeros de la Asociación Fotográfica de Novelda y acordamos realizar un proyecto colectivo sobre las microgeografías de Novelda, que actualmente sigue abierto a nuevas aportaciones.
El proyecto de microgeografías de Novelda me ha hecho recorrer de nuevo mi localidad de una manera tranquila, encontrando no lugares tan hermosos como inesperados, observando como la ciudad cambia de la mañana a la tarde, de una estación a otra, de los días de sol a los nublados. Una vuelta a fotografiar lo cotidiano, a disfrutar de a fotografía en mi día a día, sin esperar a viajes o acontecimientos extraordinarios.
A nivel personal puse dos restricciones al proyecto de microgeografías: iba a utilizar unicamente objetivos de focal fija y a utilizar la simulación de película ClassicChrome como punto de partida para el revelado. Compré un Fujinon XF27 f2.8 por su pequeño tamaño y precio, y comencé a salir los domingos por la tarde a tomar fotografías. El Fujinon XF27 es un objetivo fantástico, pequeño y muy nítido pero decidí venderlo y comprar un Fujinon XF23 f2 WR. El motivo fue la sensación de que en las fotos con el 27mm me faltaba un poco de amplitud, que esos 5mm en términos de equivalencia fullframe eran importantes para el tipo de fotografía que quería realizar y que el XF23 era el objetivo adecuado para ello. El Fujinon XF23 se ha convertido en mi objetivo preferido, su calidad óptica y velocidad de enfoque son increíbles y me siento muy a gusto con él. La única pega que le encuentro es que es bastante más grande que el XF27. Si pudiera hacer un objetivo a mi medida sin duda sería un XF23 f2 pero en tamaño pancake similar al XF27.
Actualmente mi equipo de fotografía está compuesto por una Fuji X-T30, una Fuji X-E2, un objetivo XF18-55 F2.8-4, un objetivo XF23 f2 WR y un objetivo Samyang 12mm f2. Utilizo correas de Peak Design y también me gustan mucho los parasoles cuadrados. Creo que este equipo es suficiente para realizar mis proyectos personales en fotografía de manera cómoda.
Me cuesta mucho seguir el ritmo efímero de las redes sociales, por eso publico preferentemente mis fotos en mi propio sitio web y en el de la Asociación Fotográfica de Novelda.
Me llamo José Luis, soy el marido de Esther y padre de Fátima y Marcos. Trabajo como informático y, cuando no estoy con mi familia, ocupo el tiempo leyendo, paseando, programando y haciendo fotografías. He pasado mucho tiempo con otras cámaras, pero afortunadamente soy fujista desde 2019.
Estreno un nuevo apartado en la web para mostrar galerías de fotografías propias, la primera de ellas es la de microgeografías de Novelda. Espero que os guste.
Desde mi anterior entrada sobre mi equipo fotográfico han pasado casi dos años y he realizado un nuevo cambio de equipo. Hace aproximadamene un año me deshice de todo mi equipo Nikon y compré una Fuji X-T30, lo que que visto tras un año con ella ha sido un gran acierto. El motivo del cambio de equipo fue la imposibilidad de disparar a ISO alto, a partir de 1600 las fotos de la Nikon dejaban bastante que desear, así que comencé a plantearme un cambio de equipo. Estuve tentado de cambiar a la serie 7000 de Nikon para aprovechar los objetivos que ya tenía, pero la cámara iba a ser más pesada que la D5300, así que comencé a estudiar alternativas.
El taller con Jota Barros fue un poco el punto de inflexión. El único que llevaba una reflex era yo, todos los demás iban con cámaras sin espejo y ahí pude comprobar lo fácil que es exponer con un visor electrónico. A la vuelta del taller estuve mirando alternativas y la que más me convenció fue la de Fuji, un poco después en una oferta de unos grandes almacenes compré una Fuji X-T30. Luego he ido añadiendo algunos complementos hasta llegar a mi equipo actual:
Fujifilm X-T30
Fujinon XF 18-55mm f2.8-4
Fujinon XF 23mm f2
Baterías adicionales
Correas de Peak Design
Bolsa de hombro Vaude
Además del objetivo de kit que venía con la cámara, el Fujinon 18-55mm, tengo un Fujinon 23mm f2. Primero tuve el Fujinon 27mm f2.8 pero termine vendiéndolo, pues no me convencía la focal, que es el equivalente a un 40mm en equivalente full frame y queda un poco en tierra de nadie, ni la falta de anillo de diafragma. En su lugar compré el Fujinon 23mm f2 y estoy muy contento con él.
Sigo fiel a las correas de Peak Design, mantengo la Cuff y compré una Slide Lite que soporta perfectamente mi cámara. También tengo una pletina que sirve para cabezales de trípodo Arca-Swiss y otro anclaje. La cámara lleva un grip Meike y las baterías una protección a medida que me han hecho unos amigos que tienen una impresora 3D. La bolsa es una Vaude Rom II S, que no es muy aparatosa pero tiene varios compartimentos para guardar el equipo y otras cosas. No es una bolsa especificamente para cámara, pero cumple su función perfectamente, además que la puedo utilizar para otros usos.
Una de las cosas que me gusta de ser fujista es la comunidad reunida alrededor de esta marca en la comunidad Fujistas donde además de artículos generales de fotografía y específicos para Fuji, también existen unos foros bastante animados incluido uno de compra-venta que genera bastante confianza. Yo he comprado y vendido objetivos en este foro y no he tenido ningún problema. También existen publicaciones online como Fujiadictos, Fuji x passion, Fujilove y multitud de blogs y canales de YT sobre Fuji.
Lo que destacaría de mi cámara es su tamaño y peso contenidos, el visor electrónico, la velocidad de enfoque, la posibilidad de subir el ISO a valores altos y obtener fotos aprovechables y también la posibilidad de utilizar los modos de simulación de película de Fujifilm tanto en los JPG directos como luego en el revelado. Puedes ver fotos hechas con la X-T30 en mi perfil de YouPic.
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