Hay un tipo de registro de programas que encuentro especiamente molesto, hasta tal punto que intento siempre no tener que usar los programas que lo utilizan. Me refiero a los registros de programas ligados a máquinas. En este tipo de registro – aunque quiza habría que llamarlo protección – el programa genera una clave en función de la máquina donde está instalado y para desbloquearlo y poder usarlo con todas sus funciones se necesita una contraclave que te proporciona el programador.
El motivo más importante por el que no me gustan este tipo de licencias – protecciones es que si compras uno de estos programas realmente no tienes el programa. Para poder usarlo dependes de que te manden la dichosa contraclave, y eso no me parece justo. Entiendo que es una medida de protección por parte del programador, pero de momento no la comparto. Creo que cuando un usuario registra un programa tiene una serie de deberes como usarlo en un sólo PC, no descompilarlo, etcétera, pero también tiene derechos y entre ellos está el de poder usar el programa en la manera que estime conveniente siempre que cumpla la licencia de uso. Si un usuario tiene 52 ordenadores, y cada semana del año quiere usar el programa en un PC distinto está en su derecho, o al menos eso creo yo.